El mundo es un zapato..vá y viene!

Santiago, Chile
Nuestros pies vestidos con vanguardia y elegancia, Rojo, Azul, Amarillo? A partir de estos básicos, se desprenden gestualidades para la creación de un objeto de deseo. Entonces... Dime que calzas y te diré quien eres...

miércoles, 4 de mayo de 2011

Los pasos importantes en el cuidado de los pies
¿Pedicure o podología?


Francisca Vargas V.
Ma. 03 de mayo de 2011, 08:11


En la salud y belleza de los pies la pedicure v/s la podología no son temas antagónicos e independientes sino que van de la mano. ¿Acaso no se siente bien cuando los pies están sanos y bellos?
El pie posee una sensibilidad especial y ¿cómo no? Si es el encargado de soportar diariamente todo el peso del cuerpo. Más allá de la estética, el calor, el frío, el cansancio y los dolores son algunas de las sensaciones que se sienten a diario en los pies.
Un trabajo que exige estar de pie puede destrozarlos, si la rutina diaria es estar sentada también acusan mala circulación y si el corte de uñas no es el indicado, el dolor será permanente. Y ni hablar de las durezas que provocan los tacos y los zapatos apretados. Es decir, razones abundan para preocuparse por ellos y aún así, son los que menos se cuidan.
A pesar de esa masiva indiferencia existen varias técnicas que se preocupan de su estado de salud, estética, bienestar y relajación.
La más importante, es la podología que “es una rama de la actividad médica que previene y trata las dolencias y deformidades de los pies. El podólogo está capacitado y habilitado para usar elementos cortopunzantes y tiene que estar registrado en el Ministerio de Salud”, explica Magda Gaete, podóloga que trabaja en la Escuela de Profesiones Clínicas, EPC (
www.podologiaclinica.cl)
Con instrumental esterilizado y utilizando el material adecuado realizan primero un diagnóstico minucioso sobre el estado del pie. En una sesión habitual eliminarán las durezas, la piel muerta, escamosa y los callos sin rebasar los límites de la cirugía menor. Cortarán las uñas, afinarán cutículas y para finalizar, los humectarán suavemente.
“Lo más común en las personas con pies normales son las onicocriptosis o uñas encarnadas y la onicomicosis (hongos en uñas). Además de los helomas y las hiperqueratosis (callos y durezas, respectivamente) que se acentúan cuando hay deformaciones en los pies por genética o por ciertas actividades corporales, deportes o trabajos”, comenta la podóloga.
Agrega que, la podología debiera ser una rutina mensual para el bienestar de cada persona y una obligación para los adultos mayores o diabéticos. “Muchas personas recurren a remedios caseros cuando tienen algún problema y luego llegan con sendas heridas. Cuando son alteraciones graves derivamos a un dermatólogo u otro especialista”.
También podrán diagnosticar y tratar los pies de deportistas y elaborar plantillas para el tratamiento del pie plano, siendo éstas especialidades establecidas de podología deportiva y ortopodología. La quiropodología es la que encargada de tratar las afecciones de piel y uñas. Cuidados estéticos: pedicure La pedicure no utiliza elementos invasivos sino que estéticos, es decir, productos cosméticos elaborados especialmente para la zona, como exfoliantes, cremas hidratantes, parafina cosmética y esmaltes de uñas. El resultado, pies ligeros, suaves y uñas hermosas.
“La pedicure se ocupa del pie sano. Es un embellecimiento total que además relaja y produce una placentera sensación de autocuidado. En la sesión aplicamos ciertos productos que nutren la piel, se cortan y liman las uñas, se pasa una máquina especial para sacar algunas durezas que el exfoliante aligeró y finalmente se corrigen las cutículas y se realiza un esmaltado a elección ”, cuenta Marlene González, pedicura del Centro de Salud y Belleza de Clínica Sara Moncada (
www.centrosaludybelleza.cl)
Para mantener pies hidratados recomiendan aplicar diariamente cremas especiales desde las uñas hasta los tobillos, para evitar la formación de grietas entre otras alteraciones cutáneas. No olvidar que la piel de los pies es más gruesa y con un mayor número de glándulas sudoríparas que el resto del cuerpo.
Por eso, date el tiempo y una vez a la semana, remójalos en agua tibia con jabón, sales, aceites o con aceites esenciales por 20 minutos.
Inmediatamente, usa la piedra pómez y prueba un automasaje o pídele a tu compañero que lo haga por ti. Podrás mostrar sin tapujos unos hermosos y cuidados pies. Si no existe esa persona, una buena alternativa es tomar una sesión de reflexología por sus efectos relajantes y curativos, aunque claro, no será lo mismo.

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